La iglesia, dedicada a San Cristóbal, presenta una fábrica bien enjarjada con piedra sillar en un color rosáceo, característico de la mayoría de las iglesias de la Sierra. La torre es rectangular con remate de bolas; el ábside es rectangular con contrafuertes; y la portada renacentista de pilastrones, arco rebajado con moldura y frontón con venera. Interiormente presenta una planta renacentista de tres naves con columnas cilíndricas, arcos y bóvedas estrelladas de piedra.

La pila bautismal es románica con arquería en relieve y base circular. El retablo mayor es clasicista.